martes, 19 de junio de 2007

POESIA INFANTIL Y JUVENIL

"Cerrito del Amanecer" es el conjunto de poemas infantiles y juveniles de Bethoven Medina Sánchez. No es extraño que un poeta maduro, creador de poesía con recursos literarios debidamente logrados y sugerentes, vuelva a soñar como un niño; pues, el canto del poeta adulto no es más que el retorno a la sensibilidad y la fantasía infantil. El quehacer indagatorio del científico se sustenta en la curiosidad, pero el impulso creativo del poeta se cimenta en el asombro. El hombre que es capaz de asombrarse ante el mundo es aquel que tiene la llave para abrir la puerta por donde se ingresa al misterio de los seres y a la magia de la palabra bella.

Fryda Schultz de Mantovani decía: “Volver los ojos hacia la infancia es el signo, o más bien la señal de alerta de una civilización que ha sufrido ya demasiado tiempo con su embriaguez de progreso mecánico y su prolongado encierro entre barreras racionalistas” (El mundo poético infantil. Buenos Aires, Editorial El Ateneo, 1973, p.9).

Y más adelante afirma: “La niñez es la etapa en que casi todos los hombres son poetas. Y el que de hombre lo sigue siendo es porque ha conservado en sus ojos y su espíritu la virtud de asombrarse”.

Bethoven Medina inicia el poemario con una visión cosmogónica del mundo; el poeta elabora su palabra de asombro ante la configuración física del escenario terrestre; y no es una simple descripción o explicación pintoresca, sino una verdadera eclosión poética con el encanto de la palabra, capaz de provocar estéticas emociones en los niños y los jóvenes. Alguien se preguntará: ¿Entenderán los niños y los jóvenes esta poesía? No importa que no la entiendan, lo importante está en que vivan las sugerencias y que éstas aguijoneen su sensibilidad. Recordemos lo que decía el gran poeta español Juan Ramón Jiménez: “En casos especiales, nada importa que el niño no lo entienda, no lo comprenda todo. Basta que se tome del sentimiento profundo, que se contagie del acento, como se llena de la frescura del agua corriente, del calor del sol y la fragancia de los árboles; árboles, sol, agua, que ni el niño ni el hombre, ni el poeta mismo entienden en último término lo que significa” (Antología para niños y adolescentes. Buenos Aires, Losada, 1951, p. 225).

Lo que no cabe duda es que este poemario nos muestra al lirida delicado: La vida se vuelve rosal despierto/ al primer grito del día/ y del cerro. El libro "Cerrito del amanecer" comprende tres visibles secciones: Costa, Sierra y Selva. En el cerro de la Costa encontramos la recreación de las emociones infantiles; es el adulto que vuelve a ser niño a través del verso: Desde niño/ siempre estuve frente al cerro/ bajo los brillantes hilos del sol.
No falta la palabra premonitoria del poeta que convoca a los niños para la imaginación:
Debemos saber, niños todos,
que la tierra sigue girando,
y un día de éstos
si las manos del viento la soltaran
ha de caer
en música de hojas
para acabar como el hombre,
en un vacío,
en donde los amaneceres se mueren en silencio.


Es una poesía de gran aliento humano; por eso el cerro, con su cuesta inexorable, se ofrece como símbolo del desarrollo humano:
Por él debemos ascender;
por más curvos que sean sus caminos,
siempre nos guían a la cúspide.


En el cerro de la Sierra aparece el recurso poético edificante, como lo hiciera el insigne poeta cajamarquino don Julio Garrido Malaver en su obra Tierra de los niños. Bethoven Medina convoca a vivir la vida con amor:
Pequeño amigo:
Los cerros se unen formando nudos en la cordillera
porque se aman,
y el hombre cansado de subir bebe el azul,
y, eufórico, escucha el trueno que despierta su alma.


Bethoven Medina, como hemos dicho, supera el descriptivismo pintoresco o simplemente ornamental para adentrarse en la arista esencial y existencial del hombre:
Y el hombre,
despierta, vive y duerme,
entre cerros,
ya empinados, ya extendidos
celebrando la existencia.


El poeta retorna al alma infantil para, desde allí, alzar su voz plena de místico humanismo. La metáfora feliz nos transporta al fino lirismo en el que se conjugan el sentimiento humano y la vigorosa impresión de la naturaleza:
La quebrada constituye una herida
de nuestro amigo cerro,
hasta ahí bajan a dialogar los luceros.


Como una constante, el amor es el sentimiento vivo que convoca a los niños y a los jóvenes: Niños:/ Acudir al amor/ porque amar es la razón del destino.
Y en la personificación de los seres de la naturaleza el poeta encuentra los motivos de sus preocupaciones premonitorias.
En la sección Selva, la personificación se acentúa, el cerro aparece como una presencia humana, como un ser vivo, sufriente, fraterno. Es el canto a la vida, a la razón de existir, a la naturaleza; el poeta aparece exultante, gozoso, alborozado, optimista, constructivo, edificante: Es la luz,/ niños,/ es el goce/ de vivir.

El poemario concluye con la sección denominada Alborada, en la cual se intensifica el mensaje de amor y de vida para los niños y los jóvenes, a quienes la palabra del poeta llega en cada alborada como un nuevo amanecer de amor y de libertad:
Joven:
Los días son estrellas para tus caminos.
Dios y la vida nos despiertan con sus dianas,
nos asombran ante el espacio infinito,
nos enseñan a existir.


Por el inmenso mensaje del cerro, esa maravilla de la naturaleza,
seamos niños que siempre amanecen a sembrar flores.

Así, pues, al margen del didactismo o pedagogismo intencional, la palabra poética de Bethoven Medina se yergue como una vivencia espontánea que enseña el sentido de la vida, del hombre y de la naturaleza, en una acertada y admirable plasmación de símbolos poéticos.
"Cerrito del amanecer" es, definitivamente, un bello poemario que con altura enriquece la literatura infantil y juvenil del Perú.

Luzmán Salas, Cajamarca, junio de 2006

1 comentario:

Sàlvia dijo...

Hola! Os escribo desde el Blog de Poesia Infantil y Juvenil, editado en España. Felicitaciones por vuestras ediciones, no son muchas las editoriales que se arriesgan a publicar poesía, y menos aún poesia infantil.

He comentado en el blog el libro "Cerrito del amanecer". Podeis darle un vistazo en:

http://bibliopoemes.blogspot.com

Me gustaria estar en contacto con vosotros y vuestras publicaciones. Mi correo es: bibliodolores@cocentaina.org

Un saludo, amigos.