viernes, 8 de junio de 2007

POEMAS DE AMOR Y VIDA

Desde Luya, su tierra, Ramina Herrera Arteaga, alza su voz para integrarse al coro norteño de la novísima poesía peruana. No en vano anduvo entre actividades artísticas, para ahora sorprendernos gratamente con su poesía que muestra trabajo y madurez.

Nocturna Soledad y Otros poemas, está estructurada en 06 estancias: Nocturna soledad, Tabirón: memorias del no nacido, Fuera del Círculo, Azar de Azahares, De mis Adentros y Retazos. Temáticamente, el texto en su conjunto se encuentra vinculado al enunciado que sugiere el título: oscuridad y soledad.

I

En Nocturna Soledad, expone lo que actualmente marca su vida: disconformidad ciudadana y encierro existencial, pero de solitaria permanencia. Sin duda que, es su fuerza emocional la cual le conduce a un viaje interior y abstracto, el mismo que transforma en desavenencia a través de dos planos paralelos: su propio espíritu y el ser superior.

Así nos expresa:

Vuelan Gaviotas sobre mi cabeza alzada
vuelan con sus gritos de socorro inalcanzables
socorro debería pedir yo al cielo
y a ese Dios que me dejó en este mar de corales


Su actitud indiferente ante lo querido y su vocación iconoclasta, le envuelven en su soledad, y es ahí, en donde descubre el desencanto que lacera:

Restallan a distancia
castaños cabellos de hombre ajeno
Lo siento
lo siento y sé que eres tú


Asimismo, reflexiona ante su lúcida soledad, nunca en señal de conformismo, sino de aceptación y comprensión realista ante un entorno social fofo y en controversia.

Noche de todos los días
sumérgeme en tu centro
Aire ligero
esparce mis cabellos
Menudas gotas
detengan mis intentos


Nocturna Soledad, es un poema de largo aliento signado con números romanos dividido en diez fragmentos los cuales conservan unidad temática debatiéndose en “sueño”, “noche” e “introspección”. La forma de escritura es abierta a la interpretación, próxima al surrealismo y concretismo, enuncia antes que detalla, usa el resumen antes que el coloquio.


II

Tabirón : memorias del no nacido, es un poema extenso y también subdividido en fragmentos mediante el cual la poeta, soñadora y sensitiva, nos revela otros planos que colindan con lo abstracto e irreal. Alguien diría artificial mundo de matiz paranormal. Empero, Ramina Herrera por sus lecturas gnósticas, está convencida de la existencia de otros seres y otros mundos. Crea, aparentemente, una heredera o criatura de sus sueños, lo cual también es un pretexto para decir lo que siente y nos confiesa de su vida:

He visto el resplandor de su vientre joven,
la tensa caminata
retorcijones / abismos
Y también rocíos
pequeñas gotas de sangre y sal…

Con la influencia de los astros o signos está su confesión de parte de que:

Esta luna me irradia diferente
parece que ha notado la nostalgia de mi fuente


Con certeza escribe:

Piscis me ungió tranquilo
con aceite y flor de harina
heredé lo que quedó del día
canciones
poesía
el arte de vivir
que no llega todavía


Su temática ha superado las primeras motivaciones de lamento y nostalgia citadina. Otras aperturas tiene su mensaje.


III

En la tercera parte intitulada Fuera del Círculo, como el título nos anuncia, es estar fuera de ese círculo que delimita y rodea. Su actitud es la de romper esquemas comunes y triviales, para ello muestra su Ser ante lo onírico y lírico desde su desolación que ya no solo es nocturna, sino también desgarrada. Sus poemas son interrogantes existenciales ante lo superior e inalcanzable, lejos de ataduras y convencionalismos. Es la conciencia en contrapunto con el subconsciente. Se puede pensar que sus viajes no son sólo imaginarios, sino que intentan ser astrales, leamos:

Una ánfora de plata
deja caer sobre mí
sus gotas sagradas
riega mi cuerpo
en suave contacto
tiñe mis vestiduras de blanco
perfuma mis pasos.

Dice la poeta en su racional explicación:

Conciencia, bienaventurada el alma que la posea,
que respire ternura en la ceguera
y cante a borbotones sin dos piernas.

Bienaventurado tú
Que la trabajas a fuerza de silencio,
a fuerza de dominio,
de hierbas,
de adentrarse en ti mismo.



IV

Azar de Azahares es la parte del libro en la cual identifica a sus poemas mediante títulos, y expone una poesía coloquial, diría hasta romancera y rural a veces. Los elementos poéticos son elementos naturales: plantas, flores, otra vez el amor, el ayer. Es la parte más musical del libro, leamos:

Mi romero de campo y abril
si pudieras encontrar palabras
que expresen lo que dicta mi sentir
sería más fácil poderte definir
por qué el simbolismo de tus hojas
en medio del campo, las luces,
y el cielo de añil.


En el poema Elementos transparentemente anhela:

Quisiera sentir los besos del viento
me envuelva toda
y emerja el misterio

Quisiera sentir los besos del mar
me lleve en sus olas
y navegue en sus olas
y navegue en su inmensidad.



V

En la sección De mis adentros, vuelve la poeta a abstraerse a su mundo subjetivo, desde donde habla en primera persona y, a la vez, pospone el pesimismo para enarbolar la fe y la esperanza:

Quiero el halcón
me muestre su vivir
y baile sobre montañas
cubiertas con tapiz.

Quiero a la tierra
me muestre su poder
para sembrarme en algún sitio
germinar con el crepúsculo o amanecer


Utiliza la elipsis y debe evitar la difusión del tema, pues le va bien cuando concreta la imagen sugerente y evita la verborrea. Observamos que usa también la reiteración pleonástica o la amplificación, que es repetir conceptos con diferentes palabras y esta actitud le demanda más trabajo y constancia.


VI


En la parte final Retazos, realiza una versificación concreta, breves imágenes casi cercanas a la poesía japonesa o al romanticismo de Manrique de:

Leamos:
Encanto de la brisa
aviva el alma,
Es tu sonrisa
mi alma.



Como quien reflexiona al terminar un viaje, parafraseando a Machado, exclama:

Si caminando se hace caminos
por qué no encontré el tuyo al andar,
Si amando se construye cariño
por qué no encontré el tuyo al amar.


Sin duda que el caos social y mental de la colectividad, inunda a la expresión artística, como en el caso de la poeta Ramina Herrera, quien desde su mundo interior, confundido y desperado, muestra su desconsuelo, pero a la vez, con temple, muestra carácter para sobreponerse y entender a las circunstancias y sobreponiéndose a la desilusión, aferrarse a la fe y a la esperanza.

Ramina Herrera se suma a ese coro de voces nuevas y femeninas del norte como Denisse Vega (Trujillo-Chimbote), Victoria Larco (Trujillo), Tania Guerrero ( Huaraz) entre otras.

Se nota que la personalidad y obra de Alejandra Pizarnik ha calado en varias voces femeninas de la novísima poesía peruana. En el contexto nacional tenemos el ejemplo precedente de nuestra María Emilia Cornejo. Ambas voces insulares de mujeres que escriben demostrando temple. La poesía escrita por mujeres en los últimos años en nuestro parnaso colindan con el sexo, erotismo o lo citadino, entre ellas surge Ramina Herrera poéticamente renovada en su forma y con una propuesta aún definiendo sus conceptos paranormales o supranormales, de los cuales solo ella será la responsable de conquistar, difundir y poetizar. De ella depende. Enhorabuena.


Bethoven Medina
Cajamarca, Perú, 2007.

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